La lluvia es uno de los factores importantes que influye en la conducción, siendo una de las condiciones adversas contra la cual tienes que enfrentarte al conducir. Por esta razón, debes tomar precauciones adicionales a las habituales, debido a que en estas circunstancias el pavimento se torna resbaladizo; por lo cual en condiciones de manejo con lluvia los elementos del vehículo varían su funcionamiento.
¿Qué hacer cuando llueve?
Al manejar bajo la lluvia se deben tomar precauciones adicionales a las habituales porque se disminuye notablemente la visibilidad. Por lo tanto, es necesario encender las luces y los limpiaparabrisas, para ver y permitir ser visto; además, es necesario reducir la velocidad del vehículo.
Cuando inicia el período de lluvia, las impurezas del suelo (aceites, tierra, greda, etc.) forman una capa gruesa que se mueve sobre el pavimento, haciendo que este se vuelva más resbaladizo. Esta situación hace que sea más insegura la conducción, por esta razón se debe tomar mayor distancia de seguridad entre los vehículos que circulan delante y vigilar constantemente por el retrovisor al vehículo que precede.
Durante o al pasar la lluvia, evita circular muy cerca de otros vehículos ya que la brisa que estos desprenden puede ensuciar el parabrisas y las farolas del vehículo, haciendo más difícil la visibilidad.
Si de día la lluvia resta visibilidad, de noche se acentúa aún más este problema debido a la luz que se refleja en el pavimento, haciendo confusas las referencias ópticas. Por consiguiente, evita distraerte y concéntrate en el camino.
Todo sobre el “acuaplanning”
Al caer las primeras gotas de agua sobre la vía, se forma una capa altamente resbaladiza, con lo cual pierde adherencia, provocando que el vehículo derrape o se deslice.
Peor aún, las lluvias fuertes forman un colchón de agua que hace perder total agarre de las llantas respecto del pavimento. Este fenómeno se denomina hidroplaneo (acuaplanning) y si las llantas están en buenas condiciones, la adherencia disminuye en un 50%.
La pérdida de adherencia hace que el vehículo derrape sin control, luego de nada sirve frenar o girar el volante tratando de mejorar la trayectoria: sólo debes reducir paulatinamente la velocidad levantando el pie del acelerador, así podrás recuperar el control.
Al conducir bajo la lluvia, recuerda
Si definitivamente pierdes el control del vehículo conserva la calma y evita frenar bruscamente. Si el derrape es leve, gira el volante con movimientos suaves a la derecha y a la izquierda. Si el derrape es fuerte, gira el volante en dirección hacia donde están derrapando las ruedas traseras y al enderezar el vehículo gíralo nuevamente en sentido contrario hasta estabilizarlo por completo. No olvides sujetar el volante con las dos manos en todo momento.
Para lograr una conducción segura mientras llueve, no olvides debes revisar:
- Las plumillas del limpiaparabrisas: estas no deben tener suciedad, es importante revisar que no estén duras, rotas o cuarteadas; si se encuentran en estas condiciones deben ser sustituidas.
- Se recomienda revisar con regularidad el depósito de agua del líquido limpiaparabrisas, observando su nivel adecuado.
- Las llantas deben tener la presión de inflado recomendado por el fabricante, para evitar que ante una frenada de emergencia el vehículo se deslice más de un lado que del otro y pierda la trayectoria. Un buen labrado de las llantas garantiza la eficiencia de las mismas, para así poder drenar el agua con facilidad.
Fuente: Cesvi.
https://www.carroya.com/noticias/guia-para-conductores/como-debes-conducir-cuando-esta-lloviendo-3602
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